Lo que una madre hace por el bienestar de su hijo
El amor de una madre por el bienestar de su hijo
En esta ocasión les traemos una nueva historia que trata sobre el amor de una madre lo puede todo.
Con tal de ver bien a su hijo.
Esta es la historia de mireya una señora a la cual su esposo la abandono y ella pues se quedo sola con su pequeño hijo de 6 años.
Ella vivía en una casita muy humilde pero siempre a la orden.
La historia de mireya es muy conmovedora y por lo general es muy común en la mayoría de las mujeres.
Ya que por diferentes circunstancias de la vida se convierten en madres solteras al igual que Mireya.
Bueno resulta que Mireya al igual que todos los días salía a la calle de casa en casa a tocar de puerta en puerta buscando un trabajo.
Con el cual pudiera sustentar la vida de su hijo y asi poder llevar comida a su casa.
Ya que en su casa le esperaba su pequeño hijo de 6 años.
El día de hoy Mireya toco varias puertas mas de las de costumbre.
Pero como siempre nadie le daba trabajo.
Toco una puerta de una señora en donde la señora salió muy grosera y de forma muy agresiva le dijo que no necesitaba a nadie y que no le molestara.
Entonces ella desesperada o rue no conseguía empleo, y con su autoestima muy baja se sentó en la acera.
Y desesperada y con lagrimas en los ojos miro al cielo y pidió a Dios que le diera fuerzas para seguir adelante.
Y que jamás dejara de proteger a su hijo.
Ella desconsolada y en llanto se puso de pie y camino de vuelta hacia su casa.
Ahí estaba su hijo quien con una gran sonrisa la recibía.
Y esa sonrisa era la que le daba fuerzas a Mireya para seguir adelante.
Y mantenerse de pie en busca de un trabajo todos los días.
Pero sin embargo ella por dentro ya no aguantaba mas por que ya era hora de la cena y al abrir su nevera.
Y pues en ella no había nada estaba completamente vacía solo tenia el empaque en el que viene el queso.
Y una tortilla para preparar una arepa que solo alcanzaba únicamente para su pequeño hijo quien con la mirada le decía que ya tenía hambre.
Asi que tomo la ultima tortilla y el empaque de queso, pero lamentablemente ya solo quedaban las migas de lo que fue el quesillo.
Pero sin embargo ella le dio a su hijo eso y le llamo a comer.
En ese instante su hijo corrió hacia la mesa y al ver la arepa vacía.
Con lagrimas en los ojos le dijo a su madre:
Entonces su madre muy triste le dice hijo discúlpame ya no había nada de relleno.
Cómetela asi nomas solo por hoy.
Ya mañana veremos el relleno.
Cómetela asi para que no te duele la barriga y pueda dormir.
Entonces el niño comprendía muy bien la situación y pues sin mas reproches se comió su arepita.
Y luego su madre le dijo que luego de comer se acueste a dormir que ella va a salir a trabajar por la noche.
Y que para cuando el despierte ella ya estará ahí en la casa que no sienta temor.
El pequeño comprendió todo muy bien y acepto.
Mireya fue a la cocina y preparo una olla de café lo coloco en un termo y salió a la calle principal a vender café.
Sin embargo y como era de esperarse siempre hay personas malas que son muy irrespetuosas y solo buscan hacer daño a las personas.
Y eso fue lo que le paso a Mireya ella estaba parada vendiendo café y de repente un carro se le paro en frente.
y le pregunto que ofrecía y ella respondió que vende café, el hombre del carro le dijo con un tono de voz muy sospechoso.
Le dijo si ofrecía otros servicios y pues ella muy recelosa dijo que no, que solo vende café.
Entonces el hombre sin mas que decir le dijo que le diera un café.
Pero para la mala suerte de Mireya los vasos se le habían caído en el camino y pues cuando ella los busco no estaban.
Asi que le dijo al señor que le disculpe que no tiene vasos que se le habían caído.
entonces el hombre le dijo que el tenia un vaso que buscara en la guantera ella temerosa se acercó y busco y mientras buscaba el hombre.
Le hizo una propuesta muy indecente en la que ella no acepto, pero Mireya sin darse cuenta ya estaba atrapada por que el hombre la tomo a la fuerza.
Y luego la dejo botada en un callejón ella muy desconsolada y temerosa logro llegar a su casa.
Envuelta en llanto se dio una ducha y a la mañana siguiente tocaron su puerta.
Muy desesperadamente entonces ella asustada abrió la puerta y era su vecina.
Quien le traía una buena noticia.
Que era que después de tanto tiempo le habían ayudado a conseguir un trabajo.