
Se humillo por ayudar a su padre
Se humillo por ayudar a su padre, pero no creerán lo que paso. portocholo ec
En esta ocasión vamos a contar la historia de una niña que todos los días salía a la calle para ayudar a su padre.
Que dadas las circunstancias ella se tubo que hacer responsable de su padre quien estaba muy enfermo.
Y pues ella pasaba por las calles pidiendo monedas o algo de comer a las personas.
Pero como todos alguna vez hemos sido testigos de estos casos.
Son muy pocas las personas a las cuales se nos remueve el corazón y pues les bridamos ayuda.
Ella era una niña de maso menos unos 9 años y se vestía una camiseta negra ya muy desgastada y su short de igual manera ya muy desgastado.
Pero lo mas indígnate y triste era de que ella andaba con los pies descalzos.
Es decir, tanta era su pobreza que no llevaba zapatos puestos.
Asi que en esta vez ella salió a las calles a pedir monedas y a buscar algo de comida, pero pues nadie le ayudaba.
Primero se acercó a un señor y le dijo que le diera algunas monedas, pero el señor le dijo no tengo vete de aquí.
Pero ella seguía caminando y hasta que se encontró con dos personas quienes estaban comiendo unas empanadas.
Y pues la niña pido que le dieran algo de comer y los señores le dijeron no, no tenemos nada vete de aquí.
Entonces ella de la desesperación y el hambre le quito de las manos la empanada que el señor estaba comiendo.
Y corrió hasta la siguiente esquina.

Sin embargo, al otro lado de la acera se encontraba un señor quien fue testigo de todas las respuestas negativas que esta niña recibió.
Y también fue testigo de lo que la niña le arrebato la empanada al señor.
Y el muy desconcertado le siguió a la niña para ver a donde iba.
La niña ya cansada de caminar y al conseguir una empanada decidió regresar a su casa.
La niña caminaba en dirección a su casa mientras el señor le seguía.
Hasta que ella entro a una casita muy humilde con una apariencia muy degastada y arruinada.
Entro y se sentó en el filo de la cama a lado de su padre y con mucho cuidado le daba pedacitos de empanada en la boca a su padre.
Quien estaba muy enfermo.
Mientras de afuera el señor los observaba y fue tan grande el impacto ue tubo.
Que fue el quien decidió ayudarlos asi que se dio la vuelta.
Y fue a comprarles comida y ropa para la niña.
Para que se vistiera con ropa limpia y sin que esta estese rota.
El señor muy conmovido se presento en la casa de ellos y les ofreció su ayuda.
Y la niña con lagrimas en los ojos salió corrió a darle un abrazo al señor.
Este momento fue muy conmovedor que el señor con tan solo ver la gran sonrisa de la niña.
Se sintió satisfecho y lleno de felicidad a saber que había hecho una buena obra con esa familia.
Recuerda que cada vez que veas a un niño en la calle no le insultes ni le digas groserías.
Porque tu no sabes por lo que el está pasando.
ni tampoco sabes cuales fueron los motivos o las circunstancias que lo orillaron a hacer eso.
Mejor actúa como una persona madura y ayuda a esta persona con tu granito de arena.
y si no tienes como ayudarle pues tampoco la hagas de menos ni la agredas.
Tu no sabes por lo que ella está pasando.
Asi que no juzgues a las personas sin antes conocerlas, es mejor conocerla y extiende tu mano al prójimo.
Ayuda a ese niño o niña, o adulto mayor que ellos no están pidiendo caridad porque asi lo quieren.
Sino son las circunstancias de la vida quienes las orillan a que estas cosas pasen.
Pero si tienes las posibilidades de ayudar dedícale un poco de tu valioso tiempo e investiga y sabrás todos los motivos.
Por los cuales ella hace eso.
Recuerda que hoy puede ser ella y mañana puedes ser tu.
Quizás no tengamos riquezas, pero con nuestro granito de arena podemos hacer feliz a una familia.