kasterwey

Por confiada perdido a su único hijo

Reflexiones

Perdió a su único hijo por confiada

Esta es una historia de reflexión para todas las madres que se confían demasiado cuando sus hijos juegan solos.

O juegan fuera de casa.

no les dejen solos siempre estén con ellos no sabes en que momento la vida nos va a sorprender.

Dándonos lecciones de vida irreversibles.

Una señora vivía en su casa con su pequeño hijo de 7 años.

Ella era muy feliz a lado de su hijo, lo quería demasiado el pequeño era su vida entera.

Un día estaba ella haciendo la comida mientras u pequeño hijo jugaba en la vereda fuera de su casa.

Su madre le dejo que jugara allí ya que era un lugar muy tranquilo y por lo general no trascurrían carros por esa calle.

Asi que ella entro ha hacer la comida mientras su pequeño hijo jugaba afuera.

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El era un niño precioso, tanta era la diversión del niño que el saco todos sus juguetes para ponerlos en la verdea y allí jugar.

El estaba jugando muy emocionado con su avión cuando en eso paso una vecina con su hijo de 5 años en brazos.

Y al ver al niño ue jugaba solo afuera en la vereda.

Se acerco a la puerta de la casa y llamo a la mama del niño.

La señora inmediatamente salió de la casa y dijo:

  • Si vecina dígame que pasa.

Entonces la vecina le dice:

  • Oiga vecina tenga cuidado con su hijo que se le puede caer a ese cisterna que eta ahí sin tapa junto a él.

No le deje solo vecina se le puede caer.

En ese momento la mama del niño le responde muy confiadamente:

  • No vecina no se preocupe, no se va a caer yo estoy aquí en la casa adentro haciendo la comida.

Y cada ratito salgo y lo estoy mirando no se preocupe vecina gracias.

Y la mama del niño con un beso le dice al pequeño:

  • Mi amor ten cuidado por favor no te acerques a la cisterna.

Ten mucho cuidado mijito te quiero mucho aquí estoy yo cada ratito saliendo a verte.

Mientras que la vecina con voz molesta, hablando con voz baja y caminando le dice:

  • Hay vecina debería tener cuidado, yo no dejaría que mi hijo jugara ahí.

Y cada quien siguió su camino, la mama del niño entra a la casa y la vecina siguió caminando.

mientras el pequeño niño jugaba en la vereda con su carrito de juguete y su avión lo hacía volar por el aire mientras caminaba.

Y sin darse cuenta cayo en la cisterna que estaba in la tapa.

Lo que paso fue tan rápido y repentino que al pequeño niño no le dio ni tiempo de gritar o pedir ayuda.

Sin embargo y al poco tiempo la mama salió a ver el niño para revisar que todo estuviera bien.

Pero no saben la gran sorpresa que se llevo al salir de la casa y no ver a su hijo jugando ahí en la vereda.

Ella corrió hacia la cisterna y pues ahí estaba su hijo.

Efectivamente el pequeño niño, su preciado hijo se había caído a la cisterna y el niño murió en instantes.

La madre desconsolada rompió en llanto y fue ahí cuando los vecinos salieron a ver qué es lo que estaba pasando.

Y pues vieron a la señora muy afligida y al pequeño niño caído en la cisterna ya sin vida.

Luego de un tiempo la madre no se resignaba a la perdida de su hijo y día con día ella se deprimía.

Hasta el punto en que llego a no aceptar la muerte de su hijo y ella alucinaba con la presencia del niño.

Muchas veces se escuchó y se vio a la señora hablando solo o con un plato de comida en el puesto de su hijo.

La muerte de su hijo le afecto demasiado que la señora con el tiempo iba empeorando hasta que llego el día de su muerte.

Por la pena que ella sentía en su corazón.

Espero que esta historia de reflexión les haya llegado al corazón y les haga crear conciencia a las madres que son muy confiadas.

Ya que como pudimos leer en esta historia la mama estaba muy tranquila y el niño jugaba tranquilo.

Las cosas estaban en perfecto orden y de manera inesperada la vida les cambio para siempre.

Por eso madres, padres, hermanos, abuelas, estén siempre al pendiente de los pequeños de la casa.

No los dejen solos.

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